domingo, 20 de mayo de 2012

Modelo de Naciones Unidas

Modelos de las Naciones Unidas o Caracas una ciudad de bienvenidas?. En los últimos años he notado un aumento en la cantidad de modelos de las Naciones Unidas que llevan a cabo los colegios caraqueños.  CAMUN SIMUN Y MUN son algunos de los nombres que he escuchado decir a los hijos de mis amigas, mis pacientes y a mis propios sobrinos.  En una época como esta sorprende la proliferación de dichos modelos, mas aun, cuando nuestro país hace grandes esfuerzos por desvincularse de organismos internacionales. Es muy interesante y hasta cierto modo “simpático” observar como muchos de estos “niños” se esmeran por preparar sus ideas y discursos, sus trajes, peinados e incluso el tipo de refrigerio que será ofrecido.  Me pregunto entonces por qué tanto interés de parte de nuestros jóvenes en participar y organizar estos modelos.  Pensando un poco sobre el tema, me gustaría compartir algunas ideas que pudieran explicar este fenómeno.  En primer lugar, estos modelos ofrecen a nuestros adolescentes una oportunidad para interactuar y conocer a pares de diferentes culturas y estratos sociales, dentro de un ambiente “seguro” y diferente al de una discoteca o una fiesta.  Este motivo además resulta noble y cónsono con el mundo cada vez más globalizado donde las relaciones humanas se han hecho más “heterogéneas”.  Otra razón pudiera relacionarse con la necesidad que tienen nuestros adolescentes de hacerse escuchar.  Que mejor oportunidad para hacerlo en una situación formal, donde opinar y discutir está permitido dentro de ciertas reglas, lo que a su vez conlleva a satisfacer la necesidad de autoafirmarse muy importante en esta etapa de vida.  En tiempos como los que vivimos de inestabilidad política muchos jóvenes pueden llegar a sentir gran impotencia y hasta miedo ante la imposibilidad de ejercer su libertad de expresión.  Los modelos de las Naciones Unidas ofrecen entonces ese marco de “seguridad” política que el mundo en general anhela. Tengo entendido que en “épocas pico” se dan más de dos modelos en forma simultánea y que los colegios deben tomar decisiones sobre a cuál asistir.  Esto quizás ilustra otra de las razones y es sentir que la sana competencia es buena y que el poder elevar el nombre de su colegio como algo positivo resulta una ventaja.  Obviamente existen razones individuales que van mas allá de la camaradería y la argumentación, del ver y dejarse ver, y que tienen relación con la presión de tener un buen curriculum para poder competir en el mundo estudiantil, para ser aceptado en una buena universidad, sobre todo y tristemente lejos de las fronteras de nuestro país… Cuando existe tanta polémica alrededor de un video donde unos jóvenes venezolanos expresan sus deseos y sus necesidades para irse de nuestro país titulado Caracas ciudad de despedidas, yo me pregunto: ¿cómo seguir estimulando iniciativas como las de los modelos de las naciones unidas donde nuestros jóvenes tengan oportunidades de darse bienvenidas en ambientes donde reina el orden, la camaradería y el respeto por el otro?  Quizás una pequeña diferencia pueda hacer toda una diferencia. Sandra Perel

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